En medio de la exuberante vegetación que caracteriza el paisaje de la región, se alza majestuoso el Molí de Brotons o Salt de la Tosca, un lugar impregnado de historia y misterio. Situado en el siglo XVII, este antiguo molino de harina se encuentra enclavado en una cueva que se forma junto a la riera de Marfà, justo en el lugar donde esta última da lugar al cautivador espectáculo del Salt de la Tosca.
La peculiaridad de este molino radica en su ubicación singular: una cueva semitroglodítica que envuelve los restos de esta infraestructura histórica. Sus paredes guardan los ecos de tiempos pasados, testigos de los esfuerzos y la labor de quienes lo habitaron y trabajaron en él siglos atrás.
Sin embargo, detrás de la belleza y la historia que envuelve este lugar, se esconde también una tragedia que marcó su historia para siempre. En la oscura noche de mediados del siglo XIX, una crecida inesperada del río sorprendió a los ocho miembros de la familia que habitaban el molino, llevándose consigo sus vidas en un fatídico suceso. La única luz en la oscuridad de esta tragedia fue el milagro que salvó al más pequeño de la familia, un bebé que, flotando en su cuna, fue hallado ileso río abajo.
Hoy en día, el Molí de Brotons o Salt de la Tosca se erige como un destino fascinante para los amantes de la naturaleza y la historia. Con una ruta de aproximadamente 10 kilómetros de longitud y un desnivel de 200 metros, esta caminata lineal está señalizada para facilitar su recorrido. No obstante, es importante tener en cuenta que el acceso al molino puede verse impedido en momentos de crecida del río, por lo que es crucial estar atento a las condiciones del entorno.
Además de disfrutar del recorrido y maravillarse con la arquitectura natural y humana que ofrece el Molí de Brotons o Salt de la Tosca, es fundamental respetar y cuidar el entorno. La preservación de la naturaleza es esencial para garantizar que futuras generaciones puedan seguir deleitándose con la belleza y el misterio que encierra este lugar único en el mundo.
En conclusión, adentrarse en el corazón del Molí de Brotons o Salt de la Tosca es embarcarse en un viaje a través del tiempo y la naturaleza, donde cada paso revela un nuevo capítulo de su fascinante historia. Este tesoro histórico y natural merece ser explorado, admirado y protegido por todos aquellos que tienen el privilegio de descubrirlo.